La culpa es de las estrellas
Este post va en la misma línea del anterior, porque las obras de Corominas están teniendo más dificultades de las esperadas inicialmente.Al margen del problema con los jaguares funerarios, aún está pendiente de colocar "una cúpula con las consternaciones de la época", y claro está, a ver quién es el guapo que encuentre a un maestro forjador que sepa reflejar en el techo las intranquilidades del hombre prehistórico. No es tarea fácil.
Otra cosa sería si hubiera que proyectar las constelaciones, pero ya se sabe, que a cierto alcalde le gusta rizar el rizo. Que no se diga.
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